Alrededor de 300.000 usuarios sufrieron ayer un apagón al interrumpirse por causas aún no aclaradas el suministro eléctrico de Iberdrola en buena parte de la provincia de Castellón. En la zona litoral, de Vinaròs a Moncofa, que distan unos 100 kilómetros, se dejaron ver los efectos del corte de suministro en localidades como Peñíscola, Castellón o Almassora. Hacia el interior, fue en municipios como L'Alcora, Onda, Betxí o La Vall d'Uixó donde el apagón se prolongó durante un mayor periodo. La zona coincide con el área de implantación de la industria cerámica.
El corte del suministro eléctrico se produjo a las 7.45 y tanto en hogares como en establecimientos se percibió con una bajada de tensión como preludio. Los menos afectados sólo permanecieron 20 minutos sin servicio, aunque el apagón se prolongó alrededor de una hora en términos municipales como Onda. El origen del corte se localizó en la subestación de La Plana, en un polígono industrial de Almassora, según informó la compañía Iberdrola.
El incidente, "sin precedentes", se originó al saltar, por causas desconocidas, las protecciones de un sistema de muy alta tensión, la línea de 220 kilovoltios. Tras dispararse la alarma, desde el centro de operaciones de Iberdrola se restauró el suministro en muchos puntos con una especie de by-pass que quedó operativo 20 minutos más tarde. Sin embargo, en muchos lugares el corte se prolongó hasta cerca de las nueve.
Iberdrola indicó a última hora de la tarde que uno de los aisladores que se encargan de proteger la corriente se deterioró como consecuencia de pequeñas descargas eléctricas, informa Europa Press.
Los semáforos dejaron de funcionar y varias personas quedaron atrapadas en ascensores. Ocho trenes sufrieron retrasos a consecuencia del apagón, que afectó a 785 viajeros.
Retraso de trenes
Seis trenes de cercanías, un regional y un Euromed hubieron de demorar sus salidas y llegadas entre 15 y 30 minutos. Según Renfe, los trenes de la mañana suelen ocuparse totalmente debido al traslado de estudiantes y trabajadores. Así, aunque no hubo reclamaciones, sí fue necesario dar certificados para justificar los retrasos.
Las fábricas del sector azulejero que no poseen sistemas de cogeneración cifran en miles de euros las pérdidas, que no se evalúan sólo entre el producto que se deja de fabricar en el plazo que duró la avería -entre 200 y 300 metros de azulejo- sino que cuantifican también el producto que en el momento del corte se encuentra en el horno, ya que queda inservible debido a los cambios de la temperatura durante su cocción.
La mayoría de las grandes empresas azulejeras poseen sistemas de cogeneración que instalaron debido, precisamente, a los continuos cortes de suministro. La patronal cerámica Ascer manifestó su preocupación por un hecho que genera cuantiosas pérdidas.
En el momento de producirse la anomalía, el suministro se cortó automáticamente para impedir daños mayores, lo que provocó que se aislara la corriente y que el resto de estaciones de la provincia no recibiese energía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de enero de 2003