El nuevo mercado de Santa Caterina, en Barcelona, será abovedado y tendrá una superficie central limpia, sin la sucesión de columnas del viejo mercado. La colocación de las primeros arcos que cerrarán la estructura ya ha empezado y la marcha de las obras ha entrado en una fase más perceptible. La apertura está prevista para mediados de 2004; es decir, más de cinco años después del cierre para la sustitución del viejo mercado por el especialísimo diseño del arquitecto Enric Miralles, ya fallecido. El hallazgo de restos del antiguo convento, la dilación de las administraciones a la hora de decidir y la necesaria reforma del proyecto de Miralles son las causas del retraso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de enero de 2003