Los socialistas catalanes por fin tendrán su tan ansiada ponencia parlamentaria para reformar el Estatuto. Y los convergentes finalmente podrán mostrar que no son esclavos del pacto con el PP, que dio la investidura a Jordi Pujol y por el que se comprometían a no reformar el Estatuto. Ayer, la propuesta salió adelante en la junta de portavoces gracias al cambio de actitud de los convergentes. La ponencia podrá iniciar su andadura la próxima semana y trabajar en la redacción de un nuevo Estatuto durante los apenas tres meses y medio que le quedan a esta legislatura.
La ponencia, no obstante, nace coja. Los dirigentes del Partido Popular ya advirtieron ayer de que no cuenten con ellos en "esta carrera desbocada entre CiU y PSC para demostrar quién reforma más y más rápidamente el estatuto", afirmó la portavoz popular, Dolors Nadal.
Por su parte, Josep Huguet, de Esquerra Republicana, se mostró muy escéptico. "Aquí los únicos coherentes somos nosotros y el PP, por distintos motivos claro, pero el resto utiliza este tema electoralmente. No hay tiempo material para nada, apenas para redactar algún texto".
Por si no fueran pocos obstáculos, CiU también comunicó que no incorporarán a la ponencia su propuesta de nuevo Estatuto hasta mitad de abril, una vez que su candidato Artur Mas la haya presentado públicamente en el Palau Sant Jordi. ¿Y hasta abril? "Pues que los otros presenten sus propuestas", comentó Ramon Camp, portavoz nacionalista. Camp además señaló que para esta ponencia no sirve el informe de la comisión para el incremento del autogobierno pues, en su opinión, son dos vías distintas.
Los socialistas, en cambio, parecían más que satisfechos y su portavoz, Joaquim Nadal, dijo que en tres meses y medio "hay tiempo para trabajar mucho".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de enero de 2003