Leyendo en el periódico el artículo Esclavos del armador y repasando los sueldos basura de los marineros filipinos del Prestige, me viene a la cabeza la situación de los médicos especialistas en este país. Después de un largo periplo por todos conocido (seis años de carrera, MIR y cinco años de especialidad), mi contrato en un hospital, y doy gracias a Dios, es un contrato tan sólo para guardias médicas. Sólo cotizo a la Seguridad Social el día de la guardia y el día después (libranza de guardia), y, con seis guardias de 24 horas cada una, el sueldo es de unos 700 euros mensuales.
Muchas veces pienso: ¿somos especialistas filipinos?, ¿es éste el Estado de respeto a las libertades y del bienestar? Pero, bueno, ¿a quién en este país le importa esto, no?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de enero de 2003