Quiero felicitarles por el reportaje publicado por EL PAÍS el lunes 27 de enero en el suplemento Educación, dedicado a la represión de los maestros republicanos en la Guerra Civil española. Mi madre, Ángeles García Palacios, fue una de esas 60.000 víctimas del fascismo. Era maestra en Coria del Río (Sevilla) desde 1933 y fue destituida en 1936 por roja y atea. Con el miedo instalado en el alma, sobrevivió en parte por la ayuda y protección de una familia conservadora, los Olivera. Nunca pudo volver a ejercer su vocación pedagógica... hasta que en 1977 (tenía 67 años) la amnistía del Gobierno de la UCD le permitió volver a la escuela de Coria, donde fue feliz los dos años que le quedaron de ejercicio de su profesión.
No pudo llegar a leer Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa (murió en 1982), ni a conocer la recuperación de la memoria histórica que justo comienza ahora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de enero de 2003