Una cuestión ya un poco antigua atormentaba a filósofos, psicólogos, sociólogos, artistas: la del fondo y la forma. Su relación o su disparidad. En términos enteramente humanos, ¿puede una persona ser bella, grata en la apariencia, y al mismo tiempo malvada en el fondo? Sí, diría yo. Pero sería cosa mía. También se ha hablado desde Grecia de la "unidad psicofísica". Me voy comiendo líneas en esta trivialidad, y lo que quiero es referirme a lo que Blix, investigador de armas de Irak, dice a la ONU: Bagdad está cooperando en la forma, pero no en el fondo. Como en todas estas frases actuales hay que buscar el significado más allá de lo que dicen, y es sencillamente esto: no quieren decir que Sadam coopera ni que no coopera; que no tiene armas ni que las tiene. Es como cuando nuestra ministra de Educación dice que "el cine español está en alza contenida"; una elongación de esta semántica, tan querida a la economía: "Crecimiento cero", "crecimiento negativo". Después de todo es una servidumbre a la verdad: los alemanes llamaban "avance elástico sobre la retaguardia". Una por una, las fuerzas alemanas fueron avanzando elásticamente sobre su retaguardia hasta perder tres guerras. De ello salió el germen del nazismo. Al escribirlo, pienso si el nazismo genético, con un nombre sin disfraz ("nazi" es abreviatura de nacionalismo, padre de las guerras), estaba ya presente desde el principio, antes de Hitler, o del herrero Drexler, o de los candidatos a un mussolinismo más técnico y hasta más feroz.
Tampoco los que se oponen a la guerra de Bush aclaran su discurso: se aferran desesperadamente a la prolongación del turismo atómico y bacteriológico de los enviados de la ONU para alargar el plazo de la acción. Pero vuelvo atrás: digo "guerra" y no es tal, sino un asalto, una destrucción, un castigo a un pueblo indefenso. Digo Bush, y Bush no existe: es el que pone cara y voz a otros designios y otros personajes que le colocaron ahí para eso. Nunca tuve vocación de escritor de ficción, y he aquí que todo lo que pasa en el mundo es una ficción. (Ahora y siempre: "El mundo comedia es", viene de antiguo, y todo nuestro Siglo de Oro y toda la Inglaterra isabelina, y la Italia de Dante a Pirandello, viven en ese cuento de furia y terror contado por un idiota. Que a veces soy yo mismo).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de enero de 2003