LOS OSCAR DEL CINE español, esos Goya otorgados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, están al caer. La gala será este sábado en pleno centro de la crisis que parece afectar a la industria cinematográfica, y que debe haber alcanzado a la academia, que no dispone de página oficial para los galardones de esta 17ª edición, aunque sigue en la Red la del año pasado. Algo que, desde luego, no les ocurre a los de Hollywood, cuya dirección oficial se prepara intensamente para su 75 aniversario con todo lujo de datos y detalles.
Afortunadamente para los muchos internautas cinéfilos hay otras iniciativas que llevan a los Goya a la Red. Existen sitios tan explícitos como el de Los Premios Goya en Internet, con datos históricos, información sobre las nominaciones, tests a los ganadores o la disponibilidad de títulos en formato DVD.
En Engoyados recuerdan también las películas españolas que nunca llegaron a ser nominadas, ofrecen una encuesta entre los lectores sobre sus filmes favoritos e incluso la biografía de Francisco de Goya.
Internet muestra también páginas de sus secuelas. Son premios que utilizan el nombre de los de la Academia de forma satírica. Como los Godoy, dedicados al peor cine español, que ayer mismo cerró la votación entre los visitantes a la página, o los YoGa, contrapremios del colectivo catalán de críticos Catacric.
La mayoría de las películas nominadas pueden recordarse en sus correspondientes páginas. Las tienen casi todas las que optan al mayor número de galardones: En la ciudad sin límites ofrece hasta un dossier de prensa bilingüe; Los lunes al sol informa también de las críticas recibidas; El embrujo de Shanghai tiene vídeos del making off ; Hable con ella se puede encontrar en inglés en la dirección de Sony y en español en la página del propio Almodóvar.
Más difíciles son Historia de beso y Al otro lado de la cama, aunque siempre es posible descubrir datos en direcciones como Imdb o La Butaca, ante el fallo del suyo supuestamente oficial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de enero de 2003