La indecisión fue la nota predominante ayer en Pamplona. Titubeos del árbitro, que dudó hasta el último momento si celebraba el partido, dudas en el terreno de juego, donde pocas ideas podían aportar ambos equipos, y también indecisión en el resultado, que se resolvió en la prórroga y de penalti. El Sevilla remontó hasta en dos ocasiones pero la reacción de Osasuna y su apelación a la épica bastaron para abrir las puertas del cielo futbolístico.
OSASUNA 3 - SEVILLA 2
Osasuna: Unzué; Izquierdo, Josetxo, Cruchaga, Paqui; Muñoz, Puñal, Alfredo (Mateo, m. 74), Pipa Gancedo (Moha m. 102); Palacios y Morales (Brit, m. 65).
Sevilla: Notario; Redondo, Javi Navarro, Alfaro, David; Gallardo (Antoñito, m. 65), Casquero, Torrado, Fredi (Óscar, m. 102); Reyes (Vales, m. 73) y Toedtli.
Goles: 1-0. M. 75. Puñal. 1-1. M. 88. Antoñito. 2-1. M. 97. Palacios. 2-2. M. 106. Casquero. 3-2. M. 115. Muñoz, de penalti.
Árbitro: Muñiz Fernández. Expulsó a Torrado (m. 118) y amonestó a Alfredo, Redondo, Reyes, Paqui, Josetxo, Morales, Muñoz, Gallardo, Casquero, Javi Navarro, Cruchaga, al técnico sevillista Caparrós, y a su ayudante, Álvarez.
Unos 12.000 espectadores en El Sadar. Osasuna se clasifica para las semifinales.
Hasta el minuto 90, la nieve fue la protagonista porque condicionó el desarrollo del partido. Pero la prórroga fue un asunto aparte, lleno de emoción y de buen fútbol en algunos momentos. En la primera parte, Osasuna basó en Morales todos sus argumentos ofensivos. Durante toda la primera mitad, el uruguayo basculó como una boya en busca de los balones de sus compañeros. Por alto o a ras de hielo, el Chengue y Alfaro ofrecieron un bonito duelo, con mucho derroche físico y más de un roce.
El descansó sirvió para que Osasuna se sacudiese el dominio sevillista. Los jugadores añadieron otra dosis extra de testoestorena para afrontar los veinte últimos minutos. De esta forma, una falta por la banda a Brit supuso el primer gol de Osasuna. Puñal botó el balón al palo corto y Notario, más atento al pase que al lanzamiento directo, no pudo reaccionar a tiempo y vio cómo el balón entraba duro y a media altura. Pero Caparrós dispuso a cuatro puntas sobre el terreno y su apuesta le dio pronto los frutos deseados. Antoñito, de cabeza quebraba las ilusiones navarras.
Restaban sólo dos minutos y la prórroga era irremediable.Ni Hitchock podía haber diseñado un final así. En el tiempo extra, Osasuna se repuso y sacó del baúl el juego de raza su fútbol de siempre. En el minuto 96, Puñal botaba una falta y Palacios remataba por alto. La ilusión se desbordaba en El Sadar hasta que Casquero lograba el empate sólo diez minutos después. Pero los navarros no se achicaron. Al borde del infarto, los navarros provocaron un penalti que Muñoz se encargó de convertir a falta de cinco minutos. Ya nada más podía suceder. Definitivamente Osasuna lograba su objetivo recurriendo a sus genes.
El Murcia, a hacer historia
El último semifinalista se conocerá hoy, cuando el Murcia y el Deportivo se enfrenten en La Condomina (21,30 Autonómicas), con todo por decidir tras el rácano 1-0 que el conjunto deportivista logró en la ida. Murcia vuelve a estar en el mapa deportivo gracias al equipo que dirige David Vidal. Ahora, tras lograr el liderato en la Segunda División, intenta servirse el plato del desquite. Un plato frío, ya que fue hace nada más y nada menos que 12 años cuando el conjunto gallego inició su actual andadura en Primera a costa precisamente del Murcia, que, de mal en peor, descendió luego a la Segunda B e incluso al pozo de la Tercera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de enero de 2003