Los mercados abrieron ayer con fuertes caídas alimentadas por el discurso de George W. Bush en el Congreso estadounidense en el sentido de que podría demostrar la existencia de armas de destrucción masiva en Irak y, por tanto, inciar el ataque. Nuevamente, la guerra cotizó a la baja en los mercados, que llegaron a caer más de un 2% a lo largo de la sesión. Tokio se quedó con ese pesimismo y cerró con un descenso del 2,28% que coloca a su índice en niveles mínimos de hace una veintena de años.
En Europa los mercados iniciaron la jornada con un fuerte descenso que, además, contó la revisión a la baja sobre el crecimiento de la economía alemana para este año: del 1,5% al 1%. La apertura moderadamente alcista de Wall Street y las compras de los inversores cortoplacistas permitieron un cierre positivo para las bolsas de París y Francfort con ganancias del 1,43% y 1,70%,respectivamente. Londres cerró con un recorte del 0,18% y la Bolsa española, a través de su índice Ibex 35 cayó el 0,24%. Al cierre de la sesión, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York avanzó el 0,27%, mientras que el tecnológico Nasdaq subió el 1,18%. De acuerdo con lo previsto por los analistas, la Reserva Federal mantuvo ayer en el 1,25% los tipos.
El euro bajó frente al dólar al final de la jornada, después de subir en la sesión matinal. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial del euro en 1,0868 dólares. Un comportamiento, como es habitual, inverso al de las bolsas.
Por su parte, el petróleo siguió su escalada alcista con una subida de 75 centavos a última hora de la tarde que colocaban su precio para la referencia del barril brent en 31,02 dólares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de enero de 2003