La familia de Dónovan Párraga, cuyos restos aparecieron el pasado jueves en una fosa séptica de la urbanización La Beltraneja, en Trijueque (Guadalajara), donde vivía con su madre, se personó ayer en la causa que la juez Pilar Navarro ha abierto para investigar la muerte del niño.
Según informó Hermenegido Pérez Bolaños, el abogado de los padres del menor, la familia ha decidido personarse en el proceso para conocer el estado y la evolución de las investigaciones que se siguen a fin de esclarecer las causas del fallecimiento de Dónovan.
Así, los padres del niño, que desapareció el 27 de febrero de 2002 de su domicilio en la citada urbanización y fue encontrado once meses después en el interior de una fosa séptica en avanzado estado de descomposición, podrán solicitar a la magistrada que instruye el caso la práctica de las pruebas que consideren que pueden conducir al esclarecimiento de la muerte de su hijo.
Los padres de Dónovan han propuesto al médico forense José Ramón Civantos para que actúe como perito. Este médico fue el encargado de realizar la segunda autopsia a los restos de Susana Ruiz, la joven que en 1993 apareció muerta en un descampado de Vicálvaro. Civantos colaborará en la necropsia que se le practica a los restos del menor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de enero de 2003