El Gobierno británico va a llamar a filas a otros 4.500 reservistas ante la eventualidad de una guerra con Irak, según ha anunciado el secretario de Defensa, Geoff Hoon, en un comunicado a la Cámara de los Comunes. Esta cifra triplica el número de reservistas avisados hasta ahora y los eleva a 6.000.
El Reino Unido, principal aliado de Washington en la actual crisis sobre Irak, ya ha enviado a la zona a 1.100 soldados, 18 aviones y el portaaviones Royal Ark con su flotilla. Al final de su despliegue espera contar sobre el terreno con cerca de 30.000 tropas.
Pero no sólo Londres va a contribuir al despliegue militar estadounidense en la vecindad de Irak. Aunque sea con un número de fuerzas meramente simbólico, también Australia y la República Checa han comprometido fuerzas.
MÁS INFORMACIÓN
De momento, el Gobierno de Sidney ha enviado a 350 soldados. Tiene previsto llegar a los 1.850. Por su parte, Praga ha comprometido 360 hombres, de los que ya han llegado a la zona 250.
La colaboración de los aliados de Washington en la región va a limitarse en principio a la cesión de bases, permiso de uso del espacio aéreo y apoyo logístico. Tampoco está completamente definido el tipo de ayuda que van a facilitar los miembros de la OTAN.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de enero de 2003