Qué poco se parece la Cuba de hoy a aquella que impulsó su héroe nacional. Viejas revoluciones e ilusiones reconvertidas en tiranía no dejan de ser el peor y más triste homenaje a un José Martí que, en boca y sentimiento de algunos, aún hoy sigue reclamando su lucha.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de febrero de 2003