Los alrededores de la plaza de Cabestreros, en Lavapiés, se vistieron ayer de fiesta para acoger la entrada del nuevo año chino, que en esta ocasión corresponde a la cabra. Un desfile recorrió a mediodía las principales calles del barrio y se celebraron las danzas del dragón (en la imagen) para ahuyentar el mal, según la tradición china.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de febrero de 2003