IU-EB siempre ha apostado prioritariamente por el transporte público de calidad para cubrir las necesidades del transporte mecanizado y reducir el tráfico privado en aras a una mejora de la calidad de vida. En este sentido, estamos de acuerdo en no suprimir la línea de Cercanías de Renfe en Barakaldo y apostar por el soterramiento de la misma en todo su trazado, por los siguientes motivos:
- Es un medio de transporte rápido y muy utilizado por vecinos de toda la comarca.
- Llega a zonas de expansión de Barakaldo y de otros municipios colindantes donde no tienen acceso otros transportes públicos como el metro.
- No sólo es viable técnicamente el soterramiento, sino que se elimina el efecto barrera actual y el que seguiría manteniendo un posible tranvía. Además, se recuperaría suelo para otras actuaciones urbanísticas que cubran las necesidades de la ciudadanía.
- Se mantendría el corto tiempo de desplazamiento a otros municipios como Bilbao. Por contra, un tranvía haría mas largo ese desplazamiento.
- No se dejarían desasistidos los municipios de la Zona Minera, necesitando ampliar y mejorar el servicio a estas zonas.
Nuestra propuesta además incluye la mejora en la calidad, frecuencia y servicio de Renfe, y nuestra postura en contra de su pretendida privatización. Amaia Martínez Ramos, portavoz del grupo de IU de Barakaldo.
Soy un baracaldés que diariamente me desplazo para mi trabajo a Bilbao en los trenes de Cercanías de Renfe junto con otros baracaldeses y vecinos que estamos contentos con su servicio y que no entendemos la idea del alcalde de Barakaldo de querer quitarnos el tren.
Es un servicio rápido, con frecuencias y bien de precio y no queremos que nos lo sustituyan por un tranvía como el de Bilbao, lento, caro y para turistas.
Señor Carlos Pera: nosotros utilizamos el tren para ir a trabajar porque nos pilla mejor que el metro y tarda menos que el metro en llegar a Bilbao y creemos que hay otras cosas que hacer antes que suprimir dicho tren para mejorar Barakaldo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de febrero de 2003