Joxerra Melguizo (Vitoria, 1968) prosigue en su trabajo sobre el lugar que ocupa el creador en el panorama del arte contemporáneo. En esta ocasión, presenta en la galería Trayecto de Vitoria (Ramiro de Maeztu, 10) su instalación Saber estar, una reflexión fotográfica sobre las instituciones del arte y el arte como institución, desde un punto de vista por lo menos explosivo, ya que la pólvora es uno de sus ingredientes fundamentales.
Saber estar comenzó a gestarse en octubre de 2000 y, como en ocasiones anteriores, Melguizo no ha cerrado su investigación. En Trayecto muestra las diapositivas que ha ido pergeñando en estos dos años y medio, desde ocho proyectores repartidos por toda la sala. Las imágenes comparten espacio en las paredes con las grandes letras realizadas en pólvora (y después quemadas) de la palabra Artea.
Las imágenes reproducen a un hombre encapuchado frente a algunos de las más importantes instituciones del arte mundial: la Tate Modern de Londres, el Van Gogh Museum, el Pompidou de París, la Documenta de Kassel, el Palais de Tokio o el Guggenheim de Bilbao, entre otros. La provocación de quien se presenta de este modo se vive en toda la muestra.
Ese individuo desconocido que es el encapuchado es, al mismo tiempo, el propio Melguizo, y no cabe duda. Melguizo no apuesta por la crítica directa a la figura romántica del creador, sino que se mantiene en esa ambigüedad de quien forma parte de la institución artística: sin ir más lejos, el Artium ha adquirido su penúltimo trabajo, Sujeto y predicado (ensayos de percepción).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de febrero de 2003