Ercros, el grupo empresarial que dirigió el actual ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, entre 1992 y 1996, "ajustó" durante tres años (entre 1995 y 1998) la contabilidad de sus filiales para no presentar beneficios y evitar así la devolución del préstamo de 8.500 millones de pesetas (51 millones de euros) que recibió en 1994 del Instituto de Crédito Oficial (ICO). La conclusión figura en el informe de fiscalización elaborado por el Tribunal de Cuentas y aprobado el pasado jueves. El Tribunal concluye, pese a todo, que no existieron irregularidades.
El préstamo de 8.500 millones de pesetas (el Tribunal siempre utiliza esta moneda en su informe) que, según el organismo, la empresa evitó amortizar fue "rescatado" por Ercros tras pagar al ICO 1.100 millones de pesetas. La operación de "rescate" fue autorizada por la Comisión Delegada del Gobierno en junio de 1998 y el acta de autorización fue firmada por tres ministros: Rato, Arenas y Piqué, entonces ministro de Industria.
El informe del Tribunal de Cuentas, que examina todas las operaciones del ICO con Ercros desde 1992, justifica la polémica operación en sus conclusiones, pero en dos páginas sin desperdicio da más munición para el debate. El Tribunal afirma: "Durante los ejercicios 1995, 1996 y 1997, en los que Ercros, SA tenía la obligación de devolver el crédito, esta sociedad ajustó la cuantía de dividendos a repartir por sus filiales en el modo preciso para que la matriz no presentase beneficios y no tuviese que amortizar parte alguna del crédito". Y añade: "Se observa un cambio de tendencia radical [en los beneficios de Ercros, SA] a partir del ejercicio 1998 en el que Ercros ya no tiene que devolver el crédito al ICO, ya que se incrementa la actividad y obtiene beneficios, aun cuando los del grupo se reducen considerablemente".
El informe explica que "la devolución del crédito [de 8.500 millones] estaba ligada a los beneficios de Ercros, SA, no a los del Grupo Ercros. En el momento de la concesión del mismo, Ercros, SA era una sociedad prácticamente sin actividad, con un volumen de negocio muy reducido y que generaba pérdidas de explotación sin perspectiva de cambio en un futuro próximo, siendo la única fuente de ingresos que podía cambiar el signo de los resultados los ingresos financieros por dividendos obtenidos de sus filiales. Pero al ser la propia matriz, Ercros, SA, la que decide la cuantía de dividendos a repartir por aquéllas, es ésta, por tanto, la que al mismo tiempo decide si amortiza parte del crédito o no".
Un examen de las cuentas de Ercros, SA, la matriz y de sus filiales desde el año 1994 confirma la conclusión del Tribunal. Ercros, SA registró pérdidas entre 1994 y 1998 (172 millones de pesetas en 1994; 19 millones en 1995; 12 millones en 1996 y seis millones en 1997) a pesar de que excepto en un año, 1994, sus filiales arrojaban beneficios (1.101 millones en 1995; 737 millones en 1996 y 1.289 millones en 1997). Sin embargo, a partir de 1998, cuando Ercros, SA se ha liberado del crédito por decisión del Gobierno, empieza a ganar dinero. En concreto, en 1999 gana 260 millones y en 2000 270 millones. Al mismo tiempo, los beneficios de las filiales se reducen, de forma que el grupo empresarial gana 158 millones en 1999 y 242 en 2000.
Pese a la abierta acusación de juego contable que realiza contra Ercros, el Tribunal admite en sus conclusiones que el rescate del crédito fue "razonable". Dice textualmente: "Ercros, SA era una sociedad prácticamente sin actividad, que generaba pérdidas de explotación sin perspectivas de cambio en un futuro próximo, por lo que aún no había comenzado a devolver el crédito cuando, en junio de 1998, la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos aprobó el rescate del mismo, estableciendo la cuantía a pagar por la prestataria al ICO en 1.100 millones, que dadas sus condiciones de concesión [en 1994], sin garantías, interés nulo, a devolver con los beneficios de Ercros, SA y situado en el orden de prelación de los créditos (inmediatamente antes del capital) y las valoraciones que existen del mismo (entre 75 y 823 millones de pesetas), se pueden considerar una cifra razonable".
El "rescate" del préstamo originó una dura polémica en el Congreso. El PSOE acusó a Piqué de haber facilitado el perdón del crédito público a su antigua empresa y reprochó al ministro no haberse inhibido en el proceso. Frente a las acusaciones, Piqué explicó que no existía irregularidad porque el crédito era incobrable y porque él se limitó a firmar el acta de condonación, sin participar en los debates.
Pendiente del Supremo
El denominado caso Ercros está desde hace tres años pendiente de que el Supremo se pronuncie sobre la situación del aforado Josep Piqué. El caso, que provocó la destitución del fiscal del Supremo Bartolomé Vargas, favorable a la imputación del ministro, permanece todavía en el limbo judicial, pendiente de que se solucionen asuntos colaterales de Ercros (caso Ertoil) que se investigan en otros juzgados. La falta de pronunciamiento del Supremo sobre Piqué provocó que el pasado día 7 de enero, la juez Asunción González, del Juzgado número 5 de Barcelona, archivara la causa que seguía contra directivos de Ercros por un supuesto delito de alzamiento de bienes. Otro juzgado, el Central de Instrucción número 3, investiga el destino del precio de la venta de Ertoil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de febrero de 2003