Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Contaminación y luz

Si sumamos las numerosas y potentes farolas con la gran cantidad de focos, escaparates y faros de coche ¿No hay suficiente alumbrado en el centro de Valencia ya? Caminando por el antiguo cauce del Río esta mañana, en las inmediaciones del Puente Real, me di cuenta de la última brillante idea (mientras aún faltan farolas en barrios periféricos): bancos de focos potentes en ambos lados del puente para alumbrar, al parecer, las caras exteriores de éste y las estatuas deterioradas de los santos. Calculé unos 72 focos.

Han aparecido durante los últimos años críticas. Y no se centran principalmente en el despilfarro de dinero público y malgaste de recursos naturales, aunque estos factores también son importantes. Los astrónomos han remitido una carta a la Generalitat para reivindicar el cielo nocturno, esta bóveda estrellada que no se ha visto aquí últimamente, como Patrimonio de la Humanidad, mientras un estudio del Politécnico señala que Valencia emite más luz artificial que las Islas Baleares. Los biólogos también nos han recordado que la contaminación lumínica es muy adversa para la biodiversidad. O sea que el coste no sólo se mide en elevadas cantidades de dinero sino también en la pérdida de los pájaros, las estrellas y la magia del anochecer.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de febrero de 2003