WorldCom, la operadora de telecomunicaciones que intenta levantar la mayor bancarrota de la historia, planea un nuevo recorte de 5.000 empleos, o el 8,3% de su plantilla, que le ayude a recortar sus costes anualmente en 2.500 millones de dólares.
WorldCom ya anunció en junio del pasado año un recorte de 17.000 puestos de trabajo. Además de la reducción de empleos, que afectarán fundamentalmente a personas con funciones corporativas y administrativas, la empresa impondrá otras medidas de ahorro encaminadas a buscar una mayor eficiencia en la producción, la integración de nuevas tecnologías y la renegociación de contratos de 2.600 proveedores.
El consejero delegado de la firma, Michael Capellas, que sustituyó a John Sidgmore en diciembre, está intentado recortar gastos y vender activos con el fin de levantar la suspensión de pagos de la operadora en el tercer trimestre.
La segunda mayor compañía telefónica de EE UU, tras AT&T, se acogió en julio a la legislación que regula la suspensión de pagos y admitió errores en la contabilidad desde 1999 por más de 9.000 millones de dólares. Además, la empresa liberará unos 810.000 metros cuadrados de la superficie inmobiliaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de febrero de 2003