Los jabalíes causaron el año pasado un total de 85 accidentes de tráfico en las carreteras de Lleida (Segrià), aunque en ninguno de ellos se registraron víctimas mortales. Esta cifra representa un incremento de 29 accidentes respecto a los ocurridos el año anterior por la misma causa. La mayoría de los accidentes se concentraron en la carretera comarcal C-13 entre Lleida y Balaguer y las comarcas de la Noguera, Segrià, Alt Urgell y Pallars Jussà fue donde se registró un mayor número de incidentes provocados por jabalíes que cruzaban la calzada. La mayoría de los accidentes se producen entre las seis de la tarde y las 12 de la medianoche, que es cuando estos mamíferos salen de las zonas boscosas en busca de comida. Cada vez es más frecuente ver jabalíes en las proximidades de la ciudad de Lleida.
Ante el aumento de este tipo de accidentes, que en el 95% de los casos se incurre además en un exceso de velocidad, el Departamento de Medio Ambiente ha advertido del peligro que supone el cambio del ciclo hídrico, que obliga a muchos animales, entre ellos el jabalí o el ciervo, a buscar agua y comida en lugares poco habituales para ellos.
Medio Ambiente, que considera que el problema es grave, aplica de forma regular las denominadas barreras de olor en los puntos más conflictivos. El año pasado se aplicaron 181 barreras tras un accidente causado por jabalíes. El método consiste en impregnar con un aerosol de esencia de oso, lobo y hombre el tramo de la vía en el que se ha registrado el accidente para que el animal retroceda al percibir ese olor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de febrero de 2003