La bolsa estadounidense ha valorado en forma negativa un presupuesto que supone un paso atrás en cuanto al déficit, al tiempo que mantiene el pesimismo respecto de las intenciones sobre Irak, incluso antes de la presentación de pruebas.
Los inversores continúan viendo un foco de riesgo económico en ese conflicto y su respuesta es la venta de acciones. El índice Dow Jones llegó a perder más del 2% después de la apertura y arrastró con facilidad a los mercados europeos.
La fragilidad de las posiciones de los inversores en las bolsas están condicionadas, además, por una situación económica que no termina de definir una trayectoria positiva. Los pedidos de bienes duraderos del mes de diciembre en Estados Unidos, por ejemplo, se vieron fuertemente distorsionados por la industria militar, lo que impide valorar la situación adecuadamente.
Los inversores europeos ya habían optado por deshacer posiciones desde primeras horas de la mañana, al no apreciarse signos compradores tras el rebote del día anterior. La apertura de Wall Street sólo vino a confirmar los temores de la mayoría en lo que parece ser la cuenta atrás en el conflicto con Irak.
El Ibex 35 perdió el 2,40% y vuelve a caer por debajo de los 6.000 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid cedió el 2,13%. Con todo, el mercado de valores español fue uno de los menos negativos entre los europeos, pues París bajó el 3,19% Francfort el 4,32% y Londres el 2,69%. El Dow Jones perdía el 1,31% a media sesión y trataba de mantener el nivel de los 8.000 puntos.
La contratación en el Mercado Continuo cayó hasta los 1.200,68 millones de euros, aunque la cifra total alcanzó los 2.267,05 millones gracias a las operaciones institucionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de febrero de 2003