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La Audiencia balear reabre el caso del espionaje al PSOE

La Audiencia de Baleares reabrió ayer el caso judicial sobre un episodio de supuesta corrupción política, por espionaje del correo electrónico al PSOE, en la época en la que el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, era presidente del Gobierno balear, del PP, entre 1996 y 1999. El tribunal señaló la apertura de un juicio oral, por un delito de presunta revelación de secretos. La secretaria del ministro y otros tres de sus antiguos ayudantes personales están imputados.

Los hechos sometidos a sumario penal desde 2000 sucedieron al revelarse la existencia de un viejo pinchazo del correo en Internet del hoy consejero balear de Obras Públicas, Francesc Quetglas. Los mensajes electrónicos que recibía Quetglas, mientras dirigía el Departamento de Urbanismo en el Consell de Mallorca, en 1998 y 1999, eran derivados automáticamente de manera irregular al ordenador de la secretaría del despacho oficial de Matas, donde trabajan Francisca Pascual -que sigue junto al ministro-, Sebastián Vallori, Isabel Enseñat y Belén Perera.

El Tribunal Supremo rechazó en octubre de 2002 tomar declaración como imputado al ministro de Medio Ambiente, como pedía la Audiencia de Baleares. El juez de instrucción Enrique Morell archivó en dos ocasiones la causa, por entender que no había indicios de delito, pese a reconocer como cierto el desvío de los correos, pero en ambas ocasiones la Sala de la Audiencia de Baleares ha revocado la decisión de cerrar el caso.

Indicios suficientes

"Continuamos creyendo pues que existen indicios suficientes para que continúe la causa", indican los magistrados Joan Catany, Eduardo Calderón y Francisco Javier Mulet, que reiteran en su nuevo auto la misma tesis con la que elevaron al Supremo la causa: "Seguimos manteniendo que existen aquellos indicios ya explicitados en nuestro anterior auto y entendemos que si son suficientes para que, si alguna de las partes formula una acusación razonada y razonable, sean debatidos, probatoria y dialécticamente en juicio oral y público".

El PP balear dijo ayer que, pese a la reapertura del caso, mantiene su intención de nombrar a Matas candidato a las autonómicas.

El PSOE y el Gobierno balear -y posteriormente IU- denunciaron la existencia del pinchazo, que fue descubierto de manera casual por un alto cargo del nuevo Ejecutivo socialista, que en junio de 1999 sustituyó al Gabinete del PP que tenía Jaume Matas al frente.

Un mensaje interno y nunca divulgado del PSOE, dirigido a Quetglas, apareció archivado en el ordenador de la secretaría de Matas en Presidencia cuando los peritos y la policía indagaron los hechos. El consejero Quetglas acusó a Matas de espiarle por exhibir en el Parlamento un informe confidencial del Consell de Mallorca.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de febrero de 2003