Era tan peligroso que estuvo ocho meses en una celda de aislamiento. Kevin Mitnick, el pirata informático más famoso de la historia, se ha pasado cinco años en la cárcel y tres más en libertad condicionada a no tocar un ordenador, pero tampoco un teléfono móvil.
Desde el lunes 20 de enero Mitnick ha recuperado su libertad absoluta. Ya puede tocar ordenadores y vivir de su profesión. Condenado también a no poder sacar provecho de su historia ni en el cine ni en los libros, Mitnick se dedica a escribir artículos en plan gurú sobre la seguridad en las redes.
Ciberp@ís publica uno de estos artículos en el que el pirata cuenta que la seguridad en los sistemas informáticos a veces no sólo es una cuestión de hackers y crackers, sino de pillos y pícaros, capaces de sonsacar a la gente de a pie un montón de datos privados con el única arma de mucha psicología social y mucho don de la palabra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de febrero de 2003