Los accidentes de tráfico ocurridos en la Comunidad Valenciana durante el pasado mes de enero arrojan un incremento de muertes del 38% respecto del mismo mes del pasado año, según informó ayer la Cadena SER. El pasado mes de enero, en las carreteras valencianas se contabilizaron 36 accidentes mortales, en los que perdieron la vida 43 personas. Esa cifra supone un incremento respecto al mismo mes de 2002 del 30%.
Las causas de los accidentes de tráfico fueron, una vez más, la distracción o la somnolencia. Sin embargo, en el cómputo de víctimas, el pasado enero arroja un incremento espectacular en atropello de peatones, especialmente en carretera. Mientras en el primer mes del pasado año esos siniestros suponían el 12% sobre el total, en el pasado enero ese porcentaje casi se dobló, fue del 22%.
De las tres provincias, en Alicante se produjeron en los primeros 31 días de este año 15 accidentes con 15 víctimas mortales, lo que significó un incremento del 100% respecto al pasado año. En Castellón, las víctimas mortales fueron 10, en siete accidentes. Y, en Valencia, se produjeron 14 accidentes con el resultado de 18 fallecidos.
El incremento de peatones víctimas de accidentes de tráfico no es nuevo sino constante. Ya en 1999, en un congreso de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología en Castellón se puso de manifiesto que el 37% de las personas atendidas por traumatismos causados por accidente fueron peatones, frente al 27% de ciclistas, el 23% de automovilistas y el 13% de motocicletas. Desde entonces, y desde diversos organismos, se ha venido alertando de la accidentalidad que en siniestros de tráfico afecta a los peatones, con un incremento constante de fallecidos. Dichos siniestros se producen, en su mayoría, en vías secundarias situadas fuera de los cascos urbanos y en carreteras generales. Existe, según fuentes de Tráfico, un factor de confianza en los desplazamientos de los peatones, por familiaridad en la zona, y por ello bajan la atención sobre la posible presencia de vehículos, al tiempo que los conductores no son conscientes de que pueden transitar personas por determinadas carreteras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de febrero de 2003