Esperanza Aguirre, candidata del PP a la presidencia del Gobierno regional, anunció ayer en Navacerrada que si gana las elecciones, hará del medio ambiente el "centro" de su política, de forma que "sea algo transversal", aplicable en "todas" las consejerías y "pensando en la preservación" del entorno. "Nuestro desarrollo no puede ser una hipoteca para las generaciones futuras", dijo Aguirre.
La candidata se reunió en la sierra con representantes de grupos y asociaciones comprometidos con el medio ambiente (Ecologistas en Acción, Real Sociedad de Alpinismo de Peñalara, Comisión de Medio Ambiente de CEIM y Cámara de Comercio), pero no adquirió ningún compromiso. "Ya que éste es el primer acto en el que, como candidata del PP, voy a ocuparme del medio ambiente", explicó. Eso sí, antes de dejar Navacerrada, Aguirre plantó un árbol como recuerdo de su visita.
Esperanza Aguirre recordó que el medio ambiente fue una de las primeras áreas en las que trabajó y que creó el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Ayer, en Navacerrada, junto a la candidata, estuvo el consejero de Medio Ambiente, Pedro Calvo- Poch y Alberto López Viejo, concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid, y quien parece llamado a hacerse cargo de esta consejería si el PP gana las elecciones.
Lo único que Aguirre planteó es que desde todas las consejerías se piense en el medio ambiente. Y así, por ejemplo, dijo: "Si la Consejería de Educación construye colegios, lo tendrá que hacer pensando en acercar a los niños al medio ambiente. Y cuando la Consejería de Sanidad haga hospitales, también sea respetuosa con el medio ambiente".
Santiago Martín Barajas, de Ecologistas en Acción, estuvo presente en la reunión de la que salió "muy preocupado". "No creo que la candidata del PP tenga la suficiente sensibilidad para darse cuenta del impacto medioambiental que produce el desarrollo urbanístico. Le hemos dicho que en cuatro años se ha calificado como suelo urbanizable tanto como se ha construido en los últimos 40". Aguirre aseguró, sin embargo, que el progreso en las infraestructuras debe ser compatible con el respeto al entorno natural.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de febrero de 2003