Cuando faltaban sólo tres días para que cumpliera 21 años, Helena Puig Larrauri, hija de una filósofa y un matemático españoles, fue elegida presidenta del OUSU (Oxford University Student Union), el sindicato único de estudiantes que agrupa a los aproximadamente 16.000 alumnos que se reparten por los 32 colleges de la Universidad de Oxford. Es la primera vez, desde su creación en 1974, que un español accede a este cargo. Puig Larrauri comenzará a ejercerlo en julio. Sustituirá a Will Straw, hijo de Jack Straw, ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Tony Blair. "Will aseguró que el hecho de ser hijo de quien era no le iba a influir, y así ha sido, pues ha criticado duramente la política educativa del Ejecutivo británico", asegura Helena.
Helena Puig Larrauri representará a 16.000 alumnos de la emblemática universidad británica
Su mandato dura un año, sin posibilidad de reelección. Helenna tendrá despacho propio en las dependencias de Oxford y una remuneración de 10.000 libras (15.000 euros). Su horario será de 10 de la mañana a 5 de la tarde, "aunque sé que no habrá suficientes horas", dice. Su programa electoral no tiene secretos: batallar contra el incremento de las tasas de matrícula, reclamar más ayudas económicas, conseguir que cese la desigualdad entre los colleges y alimentar el vínculo entre el sindicato y los clubes y sociedades del campus.
Tras una campaña electoral muy reñida, Helena señala alguna de las causas que le hicieron lograr la victoria. Por un lado, su mayor experiencia en gestión, pues aunque ambos candidatos habían sido representantes de sus respectivos colleges, Puig Larrauri se implicó en múltiples y diversos proyectos desde que llegó a la universidad. Por otro, la importancia que esta española (sólo hay 12 estudiando una carrera en esta universidad y 26, un posgrado) le da a los clubes y sociedades que se desarrollan en Oxford.
"Existe el mito de Oxford como lugar eminentemente académico, donde todo lo que hacen los estudiantes es ponerse togas y meterse en la biblioteca, y se olvida que la mayoría de alumnos pertenece a algún club o sociedad de los múltiples que existen. Hay cientos, y hay que tenerlos en cuenta".
Puig Larrauri comenzó su campaña en solitario, pero con su fuerte poder de convicción fue interesando a la gente con su discurso. Ella, en su afán de convencer y conversar, se acercó a bares y lugares de encuentro y reunión. Explicó su proyecto y demostró que el eslogan que años atrás había utilizado para conseguir ser la representante de su college, "Helena. La H es muda, pero ella no para de hablar", seguía vigente. Hasta tal punto llegó su mensaje que si bien las elecciones las ganó el bloque laborista, la eligieron a ella como presidenta a finales de 2002.
Helena Puig Larrauri (no admite que le quiten el apellido materno) estudia el último curso de PPE (Filosofía Política y Economía), disciplinas que dice que le ayudan a entender el mundo, pero no olvida que su bachillerato en Gales, en un colegio de Mundo Unido donde estudió con una beca, le proporcionó lo que ella llama international understanding, pues lleva grabado un gran sentimiento de conciencia social: "Si hay un problema, por qué no solucionarlo".
La nueva presidenta del OUSU domina el inglés, francés e italiano, y habla catalán y un poco de árabe. Aprendió algo de este idioma durante su estancia en Beirut, donde viajó después de acabar el bachillerato y de presentar su solicitud para ingresar en Oxford. Helena ingresó en St. Hilda's, uno de los colleges exclusivos de mujeres que hay en este centro.
No hay duda de la inteligencia, disciplina y curiosidad de esta valenciana hija única, nacida en 1981. Pero hay que decir que Helena tuvo viento a favor. Ella misma confiesa las fértiles aportaciones de su madre, la filósofa Maite Larrauri, "me enseñó a pensar"; y de su padre, el matemático Luis Puig, "me mostró cómo solucionar problemas". Pero sobre todo lo que hicieron fue dejarla marchar a los 15 años: "Me convertí en ciudadana del mundo. Uno pertenece a las lenguas que habla y lee y no a las naciones". ¿Futuro? "No creo que éste sea académico, me gusta mucho la acción".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de febrero de 2003