¿Cómo se puede calificar la actitud del señor Monteseirín, alcalde de Sevilla, y del señor Rafael Carmona, delegado de Urbanismo de dicho Ayuntamiento, con el tema de la vivienda en Sevilla?
El primero, llorándole a la Junta de Andalucía por la situación que atraviesan 188.000 jóvenes sevillanos, y planteándole a la misma un ambicioso plan de rehabilitación de viviendas, tanto en los barrios periféricos como en el casco histórico. Mientras, el señor Carmona, criticando a la Junta por no haber cumplido el Tercer Plan de la Vivienda de Andalucía. O alguien nos quiere tomar el pelo, o es que realmente son unos ineptos.
Tienen en sus manos el gobierno de la Junta, el gobierno del Ayuntamiento y los medios necesarios para sacar a Sevilla y a los sevillanos del problema de vivienda que padecemos, y a cuatro meses de las elecciones municipales se ponen a decirnos que la culpa de este problema no es de ellos, sino de la Junta de Andalucía.
El matrimonio PA y PSOE sólo da para esto. Mientras, se nos vienen abajo las casas, sólo se gasta el 6% del presupuesto destinado a rehabilitaciones; 22.000 viviendas se hallan vacías; 25.000 jóvenes demandan una vivienda; no se han realizado promociones de viviendas de protección oficial, ni sociales (en alquiler).
No busquen responsables señores Carmona y Monteseirín porque ustedes son los culpables de esta situación.- Marcos González Sedano. Coordinador de política municipal del PSA de Sevilla.
Un indigente fue hallado muerto el pasado 27 de enero a las puertas de un banco de la calle Reyes Católicos, de Sevilla.
No tenía techo, tampoco nada que le identificara, sólo era un habitante de la tierra. Su muerte frente a una entidad bancaria es un grito silencioso contra la injusticia de este mundo capitalista y globalizado, donde no somos nada y sólo cuenta el dinero.
La noticia no aparecía sola, sino incluida en la del incendio de una vivienda en la calle Trastamara, con lo cual pasaba totalmente desapercibida y me imagino que muy pocos sevillanos la leyeron.
Como este indigente, hay otras muchas personas que pasan la noche al raso, con el frío del invierno en sus entrañas. En una ciudad con 701.927 personas (censo de 1-1-98) sólo existe un albergue municipal para transeúntes con 34 plazas donde pueden pernoctar cuatro noches. Esto es una Sevilla que se jacta de Mariana y hospitalaria y cuyas autoridades se permiten la desfachatez de llenar la ciudad con carteles propagandísticos de "Un sevillano, una casa", que insulta a los que no pueden acceder a una vivienda, que son la mayoría: jóvenes, parados, chabolistas y donde los que algo pueden es a costa de hipotecar más de la mitad del sueldo para toda la vida.
Uno poco de justicia, señores de la administración.- Carmen Cucarella Iturbide.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de febrero de 2003