Mireia, somos tus compañeros de clase. Que sepas que estamos apoyándote desde el primer momento, aunque no te lo haya parecido. Sentimos mucho el suceso que ha ocurrido hoy, 6 de febrero de 2003, al haberte derribado tu casa. Lo sentimos de todo corazón y esperamos que vuelvas muy pronto a clase y recuperada, con ganas de trabajar.
Hoy, cuando hemos ido a comenzar el examen de mates, Joan (nuestro tutor) nos ha leído un fragmento del diario referido a todo lo que nos habías contado. Cuando hemos comenzado el examen hemos sentido que faltaba alguien, y eras tú. Después de tanto tiempo, el proyecto de la ZAL ya te ha derrumbado tu casa, después de tanto tiempo luchando.
¿Podrás dormir esta noche? Tus compañeros: Noèlia,Sara, Sandra, Maite, Miquel, Lorente, Dani y Àlex Lurbe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de febrero de 2003