Los inversores se baten en retirada ante al creciente tono bélico de la Administración estadounidense y las bolsas registraron ayer nuevas caídas en sus índices. Esta reacción se ve potenciada por las débiles expectativas económicas que, además, pueden empeorar cuando comience una guerra que ya sólo parece cuestión de tiempo.
Para estos inversores la única solución posible está en no arriesgar su dinero y en salvar lo que puedan de aquello que tienen en cartera, situación que derivó en una jornada en la que el papel fue abundante y el dinero muy escaso, lo que trajo consigo que el volumen negociado y los índices se situaran, al alimón, en los niveles más bajos de este ejercicio. La contratación del Mercado Continuo cayó hasta los 1.083,72 millones de euros.
El Ibex 35 bajó ayer el 1,30% y en la semana, la tercera consecutiva que cierra con pérdidas, cede el 2,33%. Este indicador se encuentra ya casi 200 puntos por debajo del nivel de los 6.000 puntos al que hasta hace pocos días se otorgaba cierta capacidad de resistencia. El índice general de la Bolsa de Madrid cedió ayer el 1,19% y ya se encuentra a sólo 11 puntos del nivel del 600%.
Para algunos observadores, la escasa presencia de dinero con los precios en los niveles más bajos del año indica que los inversores han tirado la toalla, incluso los que se dedican al intradía y que hasta ahora eran los que aportaban algo de dinero a un mercado con escasas expectativas.
La Bolsa de París cedió ayer el 1,39%, mientras que la de Londres ganaba el 0,06% y Francfort caía el 2,89% poco antes del cierre. Wall Street perdía el 0,89% a media sesión a pesar del buen dato del paro en enero y del discurso relativamente positivista del presidente Bush sobre la situación económica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de febrero de 2003