El Gobierno de EE UU elevó ayer el nivel de alerta ante posibles atentados y lo situó en "alto", identificado con el color naranja. El siguiente nivel ya es el máximo, que se expresa en rojo y significa riesgo de ataque inminente. El fiscal general, John Ashcroft, explicó que la decisión se basaba en los informes de las agencias de espionaje, que detectaban una "intensa comunicación" entre grupos pertenecientes a Al Qaeda.
Ashcroft mencionó "hoteles, edificios de apartamentos y otros lugares poco protegidos" como posibles objetivos terroristas, e indicó que el grupo de Osama Bin Laden parecía estar preparando un ataque que coincidiera con el hajj, el periodo de peregrinaje musulmán a La Meca, que empieza mañana y termina a mediados de mes. El secretario de Seguridad Interior, Tom Ridge, urgió a los estadounidenses a que se prepararan para "posibles emergencias".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de febrero de 2003