El Gobierno cubano flexibilizará su política migratoria en los próximos meses. Los cambios, aún en fase de estudio, podrían incluir tanto la eliminación del permiso de salida para los ciudadanos cubanos que residen en la isla como la supresión de la exigencia de obtener un visado de entrada para los exilados y emigrantes que viajan a su país. De aprobarse, esta última medida beneficiaría a más de un millón de cubanos que residen en Estados Unidos y otros países.
Según confirmó el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, "todos estos cambios están siendo analizados" y podrían aprobarse "antes o después de la conferencia La nación y la emigración", encuentro entre funcionarios cubanos y representantes del exilio moderado convocado para abril.
Alarcón dijo que ya se han producido los primeros contactos y reuniones con cubanos residentes en Miami que participarán en la Conferencia, quienes han expresado su interés por que se flexibilicen los engorrosos trámites migratorios que hoy han de realizar los emigrantes para viajar a la isla. "También", indicó Alarcón, "se han interesado por que se den más facilidades a su llegada al aeropuerto de La Habana", donde en la actualidad los registros son minuciosos, y las colas, de varias horas.
Los residentes en EE UU reclaman además el aumento del peso exento de pago con que pueden viajar a la isla, hoy limitado a 20 kilos más 10 de medicinas, cantidad que consideran insuficiente dada la cantidad de regalos que traen para sus familiares. El año pasado viajaron a la isla 150.000 cubanoamericanos, cifra que podría incrementarse sensiblemente de aprobarse los cambios.
Los trámites para obtener el permiso de salida, que han de pedir a las autoridades todos los cubanos que viajan al extranjero -y que no siempre se concede-, cuestan 150 dólares, más 50 por pasaporte y 100 dólares la carta de invitación. Un dineral para un cubano medio, teniendo en cuenta que un salario normal no supera los 300 pesos, 12 dólares al cambio oficial.
La incógnita es si la eliminación del permiso de salida sería aplicable en el caso de aquellos profesionales, como los médicos, que en la actualidad tienen restringida la salida del país por decisión oficial. Hoy, en caso de "salida definitiva" de Cuba, los profesionales de la salud deben esperar varios años para que se les conceda el permiso de emigrar, una política que ha sido muy criticada tanto fuera como dentro de Cuba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de febrero de 2003