A tenor de la carta publicada en la edición del jueves día 6 de febrero, en la página 15 de este periódico, cuyo título decía Tarragona, Irak, EE UU, no me queda más remedio que señalar que la lectura realizada, por el firmante de la carta, de las actuaciones del presidente del puerto de Tarragona es sesgada u oblicua, puesto que en ningún momento se ha pretendido que el puerto de Tarragona fuese sede logística permanente de la VI Flota de Estados Unidos, y lo único que hace el puerto de Tarragona es aceptar, como los demás puertos españoles, las escalas de los barcos de las Armadas de los países pertenecientes a la OTAN.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de febrero de 2003