Un juez de instrucción de Málaga ordenó ayer el ingreso en prisión de Alfonso J. C., de 73 años, acusado de matar a su esposa, Rosario N. M., de 76. Los hechos ocurrieron en la noche del lunes, cuando la anciana, muy afectada por la enfermedad de Parkinson, falleció por estrangulamiento. Su marido, que vivía con ella, no avisó hasta el día siguiente a sus cuatro hijos de la muerte de su madre. Según relató uno de ellos, el ahora detenido les comunicó que la mujer "se había suicidado".
Sin embargo, la comisión judicial que ofició el levantamiento del cadáver observó "anomalías que hacían inviable esa posibilidad", según relató ayer la policía. Tras un examen más detenido, el forense concluyó que la mujer no podía haberse ahorcado, ya que su enfermedad la tenía "prácticamente inmovilizada".
El marido, convertido en sospechoso de asesinato, fue arrestado horas después del examen forense, y a mediodía de ayer prestó declaración ante el juez. El detenido negó los hechos, pero su relato no convenció al magistrado, que ordenó su ingreso en prisión en la tarde de ayer. Los hijos del matrimonio comentaron que "sospecharon desde el principio de su padre", al que acusaron de haber maltratado a la fallecida"durante años".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de febrero de 2003