Yo con esto del conflicto de Irak además de sentirme preocupada por el hecho en si, empiezo a pensar si quizás no acabo de entender lo del desarme. Y digo que no lo entiendo, porque realmente es un poco complicado el que una potencia armada hasta los dientes con super armas de destrucción super masiva amenace con invadir un pueblo soberano por la simple presunción de que éste cuente con alguna de ellas también. Pero lo que me deja además de perpleja, super estupefacta es que ningún país del planeta le diga a EE UU que se desarme también. Pero claro, esto sería pecar de ingenua, porque ¿quién osaría perpetrar semejante atrevimiento?
También me pregunto por qué el Sr. Bush se dedica a incluir pasajes bíblicos en cada uno de sus discursos. ¿Cree que eso hace mas justificable su postura? Seguramente piensa, como la mayoría de payasos fascistoides que últimamente pululan por el panorama político, que sus decisiones son las más acertadas, justas y beneficiosas para el resto de la humanidad y que sus buenas obras serán un buen currículum para cuando tenga que realizar su último viaje a la eternidad.
Sólo deseo una cosa, que los miles de muertos que está dejando y dejará por el camino le pesen el resto de su vida como una gran losa que le impida caminar erguido para siempre. El 95% de la humanidad no merece sufrir las consecuencias de la enajenación mental del Sr. Bush y sus acólitos. Les deseo la peor de las suertes en la empresa que les ocupa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de febrero de 2003