Las ciudades malagueñas de Mijas y Fuengirola recuperaron ayer la normalidad tras el paso de una gota fría que provocó durante la noche del viernes inundaciones en sótanos y establecimientos comerciales y obligó a trabajar a destajo a los bomberos, que tuvieron que evacuar a un centenar de personas, muchas de ellas sorprendidas en plena calle por el aguacero. Sólo en Fuengirola se contabilizaron el viernes precipitaciones de 165 litros de agua por metro cuadrado, aunque 103 de ellos cayeron en apenas dos horas. La ciudad quedó prácticamente incomunicada durante varias horas, pues sólo permaneció abierta la carretera que la comunica con Mijas. El tráfico ferroviario entre las estaciones de Fuengirola y Los Boliches seguía ayer interrumpido.
Una de las zonas más afectadas fue el polígono industrial La Vega de Mijas, donde los bomberos tuvieron que rescatar a 40 personas de una nave y a ocho conductores que se habían quedado atrapados en sus vehículos. La lluvia también provocó algunos reventones en las redes de saneamiento y el derrumbe de un muro en el polideportivo de Las Lagunas, aunque no se produjeron daños personales.
La lluvia cesó en la medianoche del viernes y poco a poco se fue recobrando la normalidad. Durante el día de ayer muchos ciudadanos tuvieron que emplearse en tareas de limpieza de establecimientos comerciales, sótanos y vía pública. La alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, aseguró que los daños "afortunadamente no son tremendos", aunque no pudo precisar aún una evaluación de los destrozos causados por la gota fría. El servicio de meteorología levantó ayer la situación de alerta por lluvias en la provincia de Málaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de febrero de 2003