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OPINIÓN DEL LECTOR

Una plaza de riesgo

Hasta hace unos meses viví en el barrio del Alto de Extremadura, en Latina. Muy cerca de mí vivían, y todavía lo hacen, mis tíos en la calle de Doña Urraca, en el barrio de Puerta del Ángel. Es aquí donde se da una desagradable situación. Muy cerca de la calle de Doña Urraca está el mercado de Tirso de Molina. Frente a él hay una plaza que hasta hace unos meses era el disfrute de niños y mayores por las tardes. Pero ahora se ha convertido en el cuartel general de drogadictos.

Es horroroso ver cómo esa plaza se ha llenado de gente que se pasa el día drogándose, bebiendo, tirados en los bancos o en el suelo o peleándose entre ellos. Lo dejan todo lleno de jeringuillas, botellas, sangre. Para ir al mercado a hacer la compra hay personas que han de pasar por la plaza, y la verdad es que da un poco de miedo y respeto. Ahora mismo, la plaza está cerrada por obras. Pero eso no ha sido problema para esta gente, ya que la mayoría se ha mudado a las inmediaciones de la salida del metro. Y los problemas continúan. Salir del metro por la noche es arriesgado, ya que suelen merodear por ahí intimidando a los que pasan pidiendo dinero, drogándose o esperando a robar; los hay que se colocan cerca de los cajeros automáticos a la espera de que alguien los use. Y la policía lo único que hace es observar.

Ante la pasividad de las fuerzas de seguridad y del gobierno local, yo me pregunto: ¿este tipo de personas y situaciones realmente no tienen solución?

Sí que la tienen. A mí se me ocurre dotarles de una sala especial o narcosala. Lo que ocurre es que nuestro alcalde y su equipo de gobierno no saben dar soluciones. Puerta del Ángel es sólo un ejemplo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de febrero de 2003