Transportes de Barcelona ha iniciado la instalación de un sistema que permite a los usuarios conocer el tiempo de espera hasta la llegada del próximo autobús y decidir así si optan por otro modo de transporte. En estos momentos hay ya 15 paradas en diversos puntos de Barcelona en las que se ofrece este servicio, con carácter experimental. Este mes se inicia la segunda fase, que permitirá llegar a unas 40 paradas y, en torno al verano, se instalarán otras 60.
Calle de Creu Coberta, junto a la plaza de Espanya, en dirección centro de la ciudad. La parada de autobús, por la que pasan el 56, el 57 y el 157, está dotada de un indicador luminoso que señala lo que tardará en llegar el próximo autobús de cada una de las tres líneas. El usuario puede, así, optar por esperarlo o, si considera la espera excesiva, dirigirse a la boca de metro más cercana.
Ésta no es la única parada con este sistema. Otras tres están en el paseo de Gràcia, una a la altura de Aragón y otra junto a la Diagonal, ambas en dirección montaña y una tercera también junto a la Diagonal pero en dirección hacia el mar. En la primera parada recalan las líneas 7, 16, 17, 22, 24 y 28. En la segunda, paran sólo tres de ellas. Hay otras paradas dotadas con este sistema de información en Vall d'Hebron-Residència; plaza de Tetuan, Diagonal-Entença, Diagonal-Bailèn, Major de Gràcia-Lesseps, Ronda Universitat-Rambla de Catalunya y Pla de Palau.
Toda la comunicación se efectúa por banda radiofónica. TMB dispone de cuatro frecuencias pero ha solicitado entre cuatro y seis más para poder dar un servicio más amplio. Asimismo, instalará el sistema en los 150 autobuses que tiene que recibir.
De todas formas, el sistema funciona en modo experimental y ha presentado ya algunos problemas. Debido a que la información es automática, los datos que se transmiten al indicador que está en la parada es el tiempo que tardaría el autobús en llegar hasta ella desde el punto en que se encuentra, pero el sistema no detecta si hay un atasco monumental que impide el movimiento del vehículo. En este caso, el usuario sólo puede descubrirlo porque el tiempo de espera que le indica el luminoso es siempre el mismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de febrero de 2003