El Ministerio de Agricultura limitará mediante un real decreto los rendimientos máximos por hectárea del vino con posibilidad de acogerse a los mecanismos de regulación que existan en cada momento. Esa limitación se ajustará a las producciones medias registradas en cada zona y será diferente cada campaña en función de la situación de los mercados. El objetivo es disponer de un instrumento para ajustar la oferta a las posibilidades de la demanda y evitar así caídas de precios y hundimientos de los mercados.
En medios agrarios se rechaza la aplicación futura de este mecanismo como sistema para regular el sector cuando en primer lugar se debería hablar de aumentar el consumo interior, una política de calidades y la exportación.
En total, las posibilidades de salida se estiman en unos 35 millones de hectolitros, entre consumo interno, exportaciones, destilación, mostos y vinagre. Aunque la superficie de viñedo se ha reducido en la última década hasta solamente 1.140.000 hectáreas, se han mejorado los rendimientos con nuevas variedades y mejores estructuras. En las últimas tres campañas las cosechas han oscilado entre los 35 y los 45 millones de hectolitros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de febrero de 2003