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La baja participación anula otra vez las presidenciales de Montenegro

El Gobierno quiere anular el quórum para validar futuras elecciones

Las elecciones presidenciales celebradas ayer en Montenegro fracasaron en un segundo intento al registrarse una salida electoral del 47,1%. Según la Ley Electoral, los comicios son válidos si vota el 50% más uno de los electores censados. En las pasadas elecciones presidenciales, también fracasadas por el mismo motivo y celebradas el pasado 22 de diciembre, había salido a votar el 46% de los electores.

Según la Comisión Electoral, alrededor de 457.000 ciudadanos tenían derecho a votar y las elecciones hubieran sido válidas si se hubiera registrado el voto de 19.000 electores más que en las elecciones del pasado 22 de diciembre, es decir, si votaban un mínimo de 228.492 electores. Pero no se alcanzó el mínimo requerido por la ley.

A pesar de esto, y como anunciaban todas las encuestas, venció con un 82% de votos el actual presidente del Parlamento, Filip Vujanovic, quien en la primera vuelta de elecciones de diciembre ya obtuvo un 84% de votos. Ninguno de los otros ocho candidatos había obtenido apoyo relevante del electorado en el primer intento de las elecciones. Vujanovic, candidato del Partido Demócrata Socialista (DPS), ejerce además el cargo de jefe interino de la República luego de que el anterior presidente, Milo Djukanovic, jefe del DPS, después de dos mandatos consecutivos como jefe de Estado se convirtiera en jefe del Gobierno. Djukanovic declaró que su Gobierno presentará al Parlamento montenegrino una nueva Ley Electoral, en la cual será anulada la cláusula del censo obligatorio para la validez de los comicios, de manera que venza el candidato que obtenga el mayor número de votos independientemente del porcentaje de votantes que acudan a las elecciones.

Si bien Vujanovic y Djukanovic en los últimos años han hecho campaña por un Montenegro independiente, aceptaron la política del representante de la Unión Europea para la política internacional, Javier Solana, y decidieron posponer el proyecto de independencia anunciado para dentro de tres años, cuando un referéndum decidirá si Serbia y Montenegro continúan juntas en el nuevo Estado creado el pasado martes bajo el nombre de Serbia y Montenegro.

El aparente fracaso de estas elecciones se debe, en particular, a que la mayor de las fuerzas opositoras, el Partido Popular Socialista (SNP), llamó al boicó que también fue respaldado por la Unión Liberal (LSCG). La prensa oficialista cercana a Djukanovic y a Vujanovic criticó duramente la actitud del SNP y de la LSCG explicando que dichos partidos han tratado de justificar un posible fracaso en las elecciones presidenciales luego del mal resultado que como coalición obtuvieron en las elecciones parlamentarias celebradas en octubre del año pasado.

El presidente del SNP, Predrag Bulatovic, acusó al Gobierno de ejercer presión indebida sobre los ciudadanos para que salgan a votar y anoche declaró que el nuevo fracaso de las elecciones demuestra que los ciudadanos están hartos de la corrupción.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de febrero de 2003