Es más importante de lo que creemos. En el hogar, en la calle, en el lugar de trabajo o estudio. Pero donde es verdaderamente importante una buena decoración, aunque sencilla, es en los lugares donde se hace imprescindible un buen colorido. En hospitales, por ejemplo. A mi entender, uno de los adjetivos de la vida es que ésta es en color, muchos colores. No sólo se alegra la vista, sino también el corazón, y el ánimo sube.
Sé que lo que estoy escribiendo es una cursilada, pero, aun así, el que tenga alguna duda que compare las plantas del hospital Virgen del Rocío de Sevilla y quizá así cambie de opinión. Lo que quiero decir es que es fundamental que un enfermo necesita a su alrededor un buen ambiente y estar inmerso en unas buenas infraestructuras, ya que ello será condición esencial para su recuperación. No hay derecho a la situación de las habitaciones de la primera planta de dicho hospital (Traumatología, que en verdad significa accidentes de tráfico). Allí sólo se respira horror y ello acompañado de su "buena decoración", como ya he dicho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de febrero de 2003