La cotización del euro retrocedió al final de la tarde de ayer tras una jornada de consolidación a la espera, hoy, de las palabras del presidente de la Reserva Federal (banco central) estadounidense, Alan Greenspan. Hacia media tarde la moneda única europea se cambiaba a 1,0753 dólares, frente a los 1,0810 dólares de la mañana. Por su parte, el Banco Central Europeo fijó el cambio oficial del euro en 1,0808 dólares. Las bolsas siguieron sumando pérdidas, aunque por debajo del 1%. Nueva York y Francfort cambiaron la tendencia y experimentaron ligeras ganancias.
En las últimas horas de la sesión, la divisa europea perdió terreno frente al dólar por las ventas de euros de inversores que intentaban minimizar al máximo las pérdidas. Los operadores quedaron a la espera de la próxima intervención de Greenspan, así como de la presentación del informe del jefe de inspectores de la ONU, Hans Blix, el 14 de febrero.
El descenso de la producción industrial alemana en diciembre de 2002, peor de lo previsto, también perjudicó hoy a la divisa europea. El euro ganó terreno frente al dólar el viernes ante el aumento del temor a una guerra en Irak y tras la publicación de datos macroeconómicos negativos en EE UU, como el inesperado aumento de las existencias de almacén. Los expertos opinan que la moneda única se cambiará los próximos días entre los 1,0695 y los 1,0840 dólares. La banda de fluctuación en la que se movió hoy el euro osciló entre los 1,0749 y los 1,0844 dólares.
Por otra parte, la onza de oro al contado se pagaba ayer a 371,30 dólares en el mercado de Londres. El metal precioso, valor refugio en tiempos de inestabilidad y más si ésta se debe a un ambiente prebélico, mantuvo la tendencia al alza que viene registrando desde noviembre. La moneda británica, la libra esterlina, se cambiaba ayer a 1,6316 dólares y a 1,5109 euros en el mercado de divisas de la capital británica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de febrero de 2003