El espectacular desarrollo que se está produciendo en las nuevas tecnologías de la información plantea un problema de seguridad cada vez mayor a los usuarios de la Red, por su vulnerabilidad ante los ataques de los piratas informáticos. Para empezar a afrontar este problema, la Comisión Europea propuso ayer la creación de una agencia europea de seguridad que tendrá como misión analizar los riesgos y coordinar en la medida de lo posible las acciones contra la cibercriminalidad.
A raíz de los eventos del 11-S, garantizar la seguridad en la Red se ha convertido en una obsesión. El 90% de las empresas europeas están conectadas a Internet y la mayoría opera a través de una página web. A eso hay que sumar el 40% de los hogares, además de infraestructuras críticas, como el suministro de electricidad, gas o agua y los transportes, que están controladas por ordenadores conectados en red.
La futura agencia, que debe ser aprobada por el Consejo de Ministros, estará integrada por una treintena de expertos y dispondrá de material suficiente para evaluar los riesgos en la Red. Su presupuesto se estima en 24 millones de euros los primeros cinco años de actividad, a los que habrá que añadir nueve más cuando se integren los 10 países candidatos a la UE.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de febrero de 2003