El endurecimiento de las penas para los terroristas, que contempla la reforma legal del Gobierno, debe ser compatible con un tratamiento diferenciado para aquellos que demuestren un arrepentimiento efectivo. La precisión de este apartado es el único punto pendiente de acordar en la negociación que ayer por la noche retomaron el ministro de Justicia, José María Michavila, y los socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba y Juan Fernando López Aguilar. El PSOE propone el modelo alemán o procedimiento de revisión una vez cumplida al menos la mitad de la condena para los terroristas que acrediten su arrepentimiento efectivo.
El Gobierno y el PSOE negociaban al cierre de esta edición un acuerdo sobre la reforma legal de cumplimiento íntegro de las penas por delito de terrorismo, en tramitación parlamentaria, con la pretensión de ratificarla el jueves en el plenario del Pacto Antiterrorista. El Ejecutivo y los socialistas coinciden en elevar de 30 a 40 años la pena máxima para delitos especialmente graves, como el terrorismo; dificultar a los condenados por terrorismo el acceso a los beneficios penitenciarios, así como que asegurarse de que indemnizan a las víctimas de sus actos violentos.
La única cuestión pendiente de acuerdo en la negociación afectaba al tratamiento penitenciario a dar a los terroristas que acepten las condiciones para su reinserción frente a los que renuncien a ella y de la que se hace eco el dictamen que el Consejo General del Poder Judicial ha entregado al Gobierno tras examinar la reforma legal propuesta.
Fórmula alemana
Los socialistas insisten en esta cuestión, tras resaltar que han asumido la parte sustancial del proyecto de ley de endurecimiento de las penas, y esta madrugada discutían en la mesa de negociación con el Gobierno una fórmula similar a la alemana por la que la pena a los condenados por terrorismo que cumplan determinadas condiciones puede ser sometida a un procedimiento de revisión por los jueces de vigilancia penitenciaria.
La fórmula concreta que en la madrugada debatían el Gobierno y los socialistas consistía en que los terroristas que han demostrado de manera expresa su rechazo al terrorismo puedan entrar en el procedimiento de revisión que les reconduzca a la normativa común una vez que han cumplido una amplia parte de su condena cuyo alcance estaba por precisar. En todo caso, tendrían que cumplir tres cuartas partes de la condena (30 de los 40 años en los delitos más graves) antes de acceder a la libertad condicional o de poder beneficiarse del tercer grado penitenciario.
El PSOE precisó ayer, momentos antes de la reunión, que incidirán en la necesidad de dejar abierta la posibilidad de obtener beneficios penitenciarios para los terroristas que, aun condenados a más de 80 años de prisión, renuncien de forma expresa al terrorismo e indemnicen a las víctimas.
En cuanto a las exigencias de acceso a la reinserción, el PSOE asume la propuesta del Gobierno que recoge la reforma legal, consistente en una colaboración activa contra el terrorismo, aunque con algún matiz.
El proyecto de ley dice: "En el caso de los terroristas, el cumplimiento de sus penas sólo podrá reducirse si manifiestan arrepentimiento y proporcionan a las autoridades administrativas o judiciales información que éstas no hubieran podido obtener de otras formas y que les ayude a impedir o atenuar los efectos; identificar o procesar a los otros autores del delito; encontrar pruebas o impedir que se cometan otros delitos".
Los socialistas reclaman, en este sentido, una redacción más abierta del texto, de modo que ya se entienda como colaboración activa contra el terrorismo su rechazo expreso por parte de un condenado por este delito.
Los negociadores no eran ajenos al clima político creado tras el último asesinato de ETA, el pasado sábado, y estimaban que el acuerdo es necesario porque la ciudadanía no podría entender una desavenencia en esta materia, que afecta a la lucha contra el terrorismo, cuando la banda vuelve a atacar a los demócratas.
De ahí también que, además de la adaptación de la reforma legal al mandato constitucional de la reinserción, los socialistas insistían ayer en que la fórmula de distinguir, en el tratamiento penal, a los terroristas reinsertables de los no reinsertables es también un instrumento de lucha contra el terrorismo.
En este sentido, el secretario general del PP, Javier Arenas, señaló ayer que "lo primero es el cumplimiento íntegro de las penas y después hablar de las posibilidades de una nueva fórmula que, en línea con el Consejo General del Poder Judicial, logre menos terrorismo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de febrero de 2003