La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Elche tomó ayer declaración como testigo al concejal de Santa Pola Tomás Baile por una denuncia contra el alcalde de la localidad, Francisco Conejero, del PSPV, presentada en agosto de 2001 por el Partido Popular. El grupo municipal de este partido se personó ayer como acusación particular en la causa.
La presunta prevaricación denunciada por el PP ante los tribunales se debe a la "permisividad y autorización" del alcalde a los responsables de la discoteca Quimera, que estuvo abierta desde 1999 hasta 2001 sin disponer de licencia de aperturas y tras realizar obras y actuaciones urbanísticas en un solar declarado zona de especial protección, por su cercanía a las dunas naturales, según la denuncia.
El PP acudió a los tribunales, según indicó su portavoz municipal, Jorge Perelló, después de que el alcalde ignorara los requerimientos de cierre.
La juez tomó ayer declaración a Baile, que en el momento de los hechos era teniente alcalde y concejal de Hacienda. Según la denuncia, Baile tramitó el cierre de la discoteca y elevó oficios en repetidas ocasiones a la Policía Local para que precintara la discoteca, aunque su orden fue detenida por el propio alcalde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de febrero de 2003