Los 80.000 musulmanes residentes en Madrid iniciaron ayer su fiesta del cordero, en recuerdo del patriarca Abraham, que estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac por mandato divino, aunque al final sólo mató un borrego, informa Begoña Aguirre. Durante tres días, las familias comparten guisos de carne de ovino. En la foto, un hombre porta corderos por la calle de Anastasio Herrero (distrito de Tetuán).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de febrero de 2003