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OPINIÓN DEL LECTOR

Injustos con ICV

Esplugues de Llobregat

Coincido con muchas de las críticas de Francesc de Carreras al nacionalismo en general y al catalán en particular. Lo que me sorprende es que no critique la deriva neonacionalista y autoritaria del Gobierno español, porque no hay peor nacionalismo que aquel que lo es, y mucho, pero no se reconoce como tal. Y lo que entiendo menos es la defensa en estas páginas que hace de Jiménez de Parga, acompañada de una crítica profundamente injusta a ICV. Estoy convencido de que no debe compartir sus manifestaciones sobre las adopciones de hijos por los "maricas" y otros excesos verbales de una persona que, como presidente del Tribunal Constitucional, tendría que ser muy cuidadosa con sus afirmaciones públicas.

Un sistema democrático ha de homenajear a personas que sean un ejemplo de valores democráticos para la ciudadanía y ésta tiene todo el derecho a declarar no gratas a personas que se lo merecen. Y esto no es persecución, se trata simplemente de decirles que no son un modelo para una sociedad democrática. No utilicemos las palabras nazismo o fascismo en vano. No creo que Jiménez de Parga o Aznar sean fascistas o nazis; pero si tuviera que aplicar el epíteto a alguien, sería antes a ellos que a la buena gente de ICV. Y no sólo por su práctica política, plenamente comprometida con los valores democráticos, sino por la historia. Muchos miembros del PSUC murieron en manos de fascistas y nazis; en cambio, muchas persones que comparten las ideas de Aznar y Jiménez de Parga colaboraron de una manera u otra con los criminales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de febrero de 2003