La empresa valenciana Dagicom, que desde mayo pasado fabrica máquinas que copian CD en régimen de autoservicio en locales públicos de toda España, ha ampliado su gama y ahora también dispone de máquinas que permiten transferir las cintas de casete y discos de vinilo a CD.
El cliente edita el CD con las pistas de las cintas y discos que quiere y paga en función del tiempo, a razón de 6 euros por hora. La copia de un CD a otro CD vale dos euros, más el disco virgen si no lleva uno propio.
José Vicente Ortí, gerente de Dagicom, asegura que sus máquinas Copyplay son totalmente legales y esgrime como prueba las sentencias de diversas audiencias provinciales.
En su fallo, los jueces afirman que las copias efectuadas por el público son legales y no incumplen la vigente Ley de Propiedad Intelectual, que en su artículo 31 autoriza la realización de copias para uso privado.
La clave está en que es el propio usuario quien hace la copia en una máquina situada en un establecimiento público y con la introducción de monedas. La discusión vendría, en todo caso, si la copia del CD la hiciera un empleado de un establecimiento.
Ortí sostiene que una persona puede hacer miles de copias de sus CD privados y regalarlas, pero no venderlas.
La máquina Copyplay cuesta alrededor de 4.000 euros. Dagicom la colocará en cibercafés, bares, copisterías y tiendas de discos. Hasta ahora se han vendido unas 200 unidades y se calcula vender en un año un millar.
La copia de CD a CD tarda unos tres minutos. El paso de un vinilo o una casete a CD es, en cambio, en tiempo real y se pueden seleccionar las canciones preferidas.
El cliente pone sus discos de vinilo en el plato, pincha las pistas que quiere y el sonido se transfiere a CD en formato digital a 24 bits. Cada 10 minutos la utilización de la máquina cuesta un euro. La copia a CD de un LP típico de 40 minutos sale al final por 6 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de febrero de 2003