Los mercados continúan tambaleándose ante las evidencias de que Estados Unidos piensa invadir Irak y las nuevas muestras de debilidad de las economías occidentales. La contratación en el Mercado Continuo cayó ayer hasta el nivel más bajo del año, con 1.064,60 millones de euros y una concentración del 50% de la actividad en sólo tres valores, al tiempo que las cotizaciones tantearon también los niveles mínimos ante la ausencia de compradores.
El Ibex 35 cedió el 1,40%, y el índice general de la Bolsa de Madrid, el 1,28%, mientras que en Europa los grandes mercados cerraban con pérdidas aún mayores. París bajó el 2,51%; Londres, el 1,45%, y Francfort perdía el 1,83% poco antes de concluir la sesión. En ese momento, el Dow Jones bajaba el 0,84% y dejaba atrás el nivel de los 7.800 puntos.
Las comparecencias de Greenspan no han logrado serenar los ánimos de los inversores estadounidenses, sobre todo por la revisión a la baja de las estimaciones de crecimiento para este año, a las que ayer se unió el Banco de Inglaterra, que también redujo las expectativas de crecimiento en el Reino Unido hasta el 2,5%, desde el 3,1% anterior.
En Francia se conoció el índice de producción industrial del pasado mes de diciembre, con un descenso del 1,7% que confirma las dificultades para iniciar el despegue.
En el mercado se especulaba con el plazo en el que la UE se verá obligada, a su vez, a revisar a la baja unas estimaciones de crecimiento que ya están bajo mínimos y que lo único que garantizan es que la recuperación se aleja un poco más. En estas condiciones, los inversores se mantienen a la espera de acontecimientos, cuando no deciden eliminar riesgos de sus carteras vendiendo algo que esperan comprar más barato más adelante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de febrero de 2003