El Gobierno y el PSOE limaron anoche su discrepancia sobre la reforma legal que endurece las penas a los terroristas, pero no cerraron un acuerdo a expensas de nuevas consultas en la mañana de hoy. Sólo quedaba pendiente de acordar el plazo para la revisión de la pena de los etarras arrepentidos y condenados a más de 80 años. El proyecto de ley establece que los sentenciados a más de 80 años tendrán que cumplir 40 en todos los casos. El Gobierno estaba dispuesto ayer a rebajar a 35 años el plazo de revisión para la pena y el PSOE lo fijaba en 32, aunque sin lograr la libertad condicional hasta los 35.
El presidente José María Aznar y el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, forzaron ayer una nueva reunión de los negociadores para tratar de cerrar un acuerdo, una vez que la maratoniana reunión de la madrugada del martes se zanjara con las espadas en alto. Tanto Aznar como Zapatero tenían interés en cerrar el acuerdo ayer mismo por la noche por el temor a ofrecer una imagen de enfrentamiento ante la opinión pública en una cuestión de enorme sensibilidad como es todo lo que afecta al terrorismo y a ETA y más aún con un asesinato muy reciente.
Sin embargo, también concluyó sin acuerdo la reunión de más de dos horas que mantuvieron en las dependencias del Congreso el ministro de Justicia, José María Michavila, y el diputado del PP, José Antonio Bermúdez de Castro con los representantes del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, Juan Fernando López Aguilar y Diego López Garrido. Ante la falta de acuerdo, el Gobierno y el PSOE no convocaron para hoy por la tarde el Pacto Antiterrorista, como inicialmente estaba previsto.
Arrepentimiento efectivo
La reunión de ayer finalizó sin que el Ejecutivo y el PSOE lograran superar la discrepancia sobre la posibilidad de reinserción de los terroristas condenados a penas que suman más de 80 años de prisión. Una cuestión que afecta a una ínfima minoría de la totalidad del colectivo de presos etarras. Los socialistas pretendían que aquellos terroristas condenados con penas que superan los 80 años, que hayan cumplido tres cuartas partes de la condena -sobre el cumplimiento máximo de 40 años que establece la reforma- y hayan acreditado un arrepentimiento efectivo puedan también acceder a las progresiones de grado y a la libertad condicional.
Pero el Gobierno siguió defendiendo la necesidad de distinguir los casos del terrorista que ha cometido un asesinato del que ha cometido varios. De ahí que ayer siguiera manteniendo como insuficiente el cumplimiento de las tres cuartas partes de la condena para el acceso a la libertad condicional o a las progresiones de grado para los asesinos múltiples y optara por un plazo mayor.
El PSOE hizo a última hora de ayer una última propuesta para permitir la revisión de pena, a instancias de los jueces de vigilancia penitenciaria, una vez cumplidos los 32 años, con la particularidad de que el condenado no podrá acceder a la libertad condicional hasta los 35. La propuesta inicial de los socialistas era de 30 años. Sin embargo, el Gobierno se levantaba de la reunión con una propuesta alternativa de exigencia de 35 años para la revisión. Ambas partes quedaron en retomar hoy los contactos tras realizar consultas.
Sin embargo, el Ejecutivo y el PSOE lograron cerrar un acuerdo sobre otra cuestión clave en la negociación, como es precisar las condiciones de la reinserción de los etarras. El Ejecutivo aceptó integrar la propuesta del PSOE en la suya, basada en el artículo 6 de la decisión marco de la Unión Europea sobre terrorismo.
La redacción que inicialmente proponía el Gobierno señalaba que podrá reducirse el cumplimiento de las penas de los terroristas "si expresan arrepentimiento y proporcionan a las autoridades administrativas o judiciales información que no hubieran podido obtener de otras formas y que les ayude a impedir o atenuar los efectos; identificar o procesar a los otros autores del delito; encontrar pruebas o impedir que se cometan otros delitos".
Los socialistas pretendían eliminar de la redacción del acuerdo el requisito de que los terroristas delaten a otros etarras como condición para poder acceder a los beneficios penitenciarios.
El acuerdo alcanzado ayer en este punto exige a los terroristas como condición para acceder a la reinserción la desvinculación efectiva de la banda, el arrepentimiento expreso, el resarcimiento de los daños a las víctimas con el patrimonio presente y futuro así como la petición de perdón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de febrero de 2003