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OPINIÓN DEL LECTOR

Accidente en la M-30

Hace unos meses, a finales de la primavera pasada, se produjo un suceso que quizás pasó inadvertido al Ayuntamiento, ya que en la actualidad se están dando las mismas circunstancias, o quizás mas agravadas que entonces, y ningún responsable municipal hace nada por evitarlo. El suceso al que me refiero fue la precipitación de un camión de gran tonelaje a la M-30, desde la calle de Rafael Bergamín, en el distrito de Ciudad Lineal.

No ocurrió nada grave, ya que el camión chocó con unos árboles antes de irrumpir en la M-30. Afortunadamente, no había ninguna persona ni automóvil circulando por la calle. En este momento, la actividad frenética en la construcción de un inmenso edificio en la calle de Rafael Berganín hace que se formen enormes colas de camiones de gran tonelaje, en doble fila, esperando su turno para acceder al recinto; hay momentos que he contado más de ocho dejando un único carril libre. Ante tamaño desbarajuste he llamado varias veces a la Policía Municipal para denunciarlo, informándoles de los antecedentes, no obteniendo ninguna respuesta de las autoridades municipales, ni tan siquiera el envío de un coche patrulla para verificar los hechos.

¿Es necesario que ocurra una desgracia para que los responsables municipales actúen? ¿Por qué se permite que los obreros dirijan el tráfico y realicen cortes intermitentes de acuerdo a las necesidades de la obra? ¿La responsabilidad del Ayuntamiento termina con el cobro de la licencias de obras o también exigir a la empresa constructora unos planes de acceso a la obra y vigilar su cumplimiento? En cualquier caso, hay un serio peligro de accidente y una clara dejadez de funciones por parte de la autoridad que no vela por la seguridad y bienestar de los vecinos afectados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de febrero de 2003