"Cuando presenté el proyecto de Ana y los 7 [22.00] en TVE, tuve la chulería de defender que llegaríamos al 40% de share". El órdago de Ana Obregón estuvo a punto de cumplirse el 23 de enero, cuando, con 6.929.000 espectadores, se quedó a 1,9 puntos del reto. Y con el valor añadido de "machacar a dos programas que me parecen telebasura", admite [Corazón abierto, en Tele 5, y La isla de los famosos, en Antena 3]. El éxito de la serie, que cuenta la historia de una bailarina de strip-tease, niñera accidental de la numerosa prole de un banquero viudo, se atribuyó en un principio a lo mucho que gustaba a los niños de entre 4 y 12 años (el 50% de espectadores de esta franja son asiduos) y a los mayores de 65 (38,2%), según datos de Corporación Multimedia. Pero se han ido sumando el resto de perfiles, pese a que, excepto la audiencia, "nadie se ha tomado en serio" Ana y los 7. Obregón, responsable de la idea original de Star Line, además de protagonista, no pretende dejarse emborrachar por "el milagro": "Con tres años de rodaje, máximo cuatro, sería suficiente", anuncia. Para "recompensar la fidelidad" de los espectadores, la serie de TVE-1 propone intervenir en la evolución de las tramas, votando con mensajes SMS diferentes alternativas argumentales. El ganador se lleva 2.000 euros y podrá aparecer como "figurante distinguido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de febrero de 2003